¡Vaya caradu…!
Caraduras. Eso es lo que son muchos dirigentes valencianos. Unos caraduras. Aunque ahora también se les puede llamar caradumpings, porque de eso va su última mamarrachada, de acusar a las comunidades autónomas de Andalucía y Madrid de dumping fiscal por querer bajar sus impuestos.
Los políticos de nuestro desgobierno tienen la desfachatez de presumir por mantener los impuestos en la estratosfera. Los ciudadanos pagamos una barbaridad para que ellos, los de siempre, los que mandan, disfruten de sus poltronas y puedan contratar como asesores a sus primos, ir en cochazos oficiales a comprar el pan, nombrar secretarios de no sé qué a sus yernos y rodearse de mamporreros de todo tipo.
Pagamos una barbaridad de impuestos para que una nueva clase, la clase política, al igual que en el medievo hicieron la clase noble y el clero, viva a cuerpo de rey sin pegar ni chapa. Antaño te tocaba el premio gordo si nacías en una familia de sangre azul. Ahora te toca si perteneces a una familia política. Si te afilias bien jovencito a un partido político y sabes ejercer sus dos funciones principales, esto es, la felación y la delación, subirás como la espuma y llegado el momento podrás colocarte bien colocadito.
Aquí, en la Comunidad Valenciana, los partidos del desgobierno tienen el descaro de defender que hay que mantener el nivel impositivo en la estratosfera. Y acusan de dumping fiscal a aquellos territorios que apuestan por un modelo más sostenible. ¡Vaya caraduras! ¡Vaya caradumpings!
Que no les engañen, queridos lectores, la sanidad, la educación, las obras públicas, la cultura, la seguridad, la prevención y los servicios públicos en general no necesitan de semejante expolio. Nos mean enciman y nos dicen que llueve para seguir viviendo a nuestra costa. De eso va la cosa.