Aitana, Samuel y los toros
Las declaraciones de Aitana Mas, altísimo cargo de Compromís y del Gobierno valenciano, afirmando que vale la pena abrir un debate sobre si hay que prohibir o no las fiestas de ‘bous al carrer’ son de lo más interesantes.
En siete años y medio, su gobierno, el del botánico, no ha prohibido este tipo de festejos. No ha tenido tiempo, o ganas, o interés, o el valor para hacerlo. No lo ha hecho. Punto. No ha querido, sabido o podido. Y ahora, cuando la segunda legislatura de su gobierno se acerca al final, cuando todo parece indicar que los partidos del ‘botànic’ volverán a la oposición, la buena de Aitana nos sale con estas. De este modo, si efectivamente a su partido le toca abandonar el poder, tendrá el debate demagógico que tanto le gusta de nuevo sobre el tapete. En mi opinión, se trata de un truco político propio de un tahúr manco.
Al mismo tiempo, Samuel Falomir, uno de los políticos socialistas con más sentido común de esta bendita tierra, ha afirmado que el único debate que cabe abrir a fecha de hoy es el de cómo mejorar la seguridad de los festejos. El bueno de Samuel no da puntada sin hilo. Sabe que, a estas alturas del partido, un intento de manipulación de la realidad pública como el practicado por Aitana tiene las patitas muy cortas. Que antes se pilla a un mentiroso que a un cojo.
Que no les engañen, queridos lectores. Dos legislaturas dan para mucho. Todo lo que este Gobierno no ha hecho es porque no ha querido, podido o sabido. Y todo lo que sí ha hecho es porque ha querido, podido y sabido hacerlo. Jugar a ser oposición cuando eres Gobierno es muy lamentable.