Se dice, se rumorea, se comenta…
Se dice, se rumorea, se comenta…
Se dice, se rumorea, se comenta que si los presupuestos generales del estado no salen adelante, si el PNV y ERC los tumban, por arte de birlibirloque, como el que no quiere la cosa, Ximo Puig adelantará las elecciones autonómicas.
Se dice que no quiere soportar el desgaste que supondría resistir hasta mayo.
Se rumorea que de ese modo pillaría con el paso cambiado a Compromís y a Podemos, todavía sin candidato, y podría arrebatarles algunos votos.
Se comenta que, quizá, impediría que Carlos Mazón se plante en las elecciones surfeando la mayor ola de resentimiento antigubernamental que ha visto este país desde los tiempos del no a la guerra.
Se dice, se rumorea y se comenta. Pero de cierto, no se sabe nada. Personalmente espero que solo sea un chisme más de los muchos que circulan por los mentideros del poder, tanto en Valencia como en Madrid.
Ninguno de estos argumentos tiene nada que ver con mejorar la vida de los valencianos, honrar la dignidad del pueblo, ayudar a los más necesitados en los difíciles tiempos que se avecinan o frenar el gasto público.
Mientras tanto, como otros muchos pequeños emprendedores de este país, un buen amigo me cuenta que acaba de recibir la delirante factura de la luz. Para un consumo de 266€ acaba pagando 564€. Esto es, 298€ de impuestos, de farfolla incompresible y de soplapolleces varias con las que seguir manteniendo una estructura pública gigantesca. Paga más en tributos que en el propio consumo. Y encima tiene que aguantar a politicuchos del tres al cuarto, incapaces de ganarse el pan con el sudor de su frente, que afirman, sin el más mínimo pudor, que semejante expolio es por el bien de todos.
¡Hay que joderse!